Te veo en mi...(Carta a una madre)


Hola Mamá:

No digas nada...Si, lo sé...Las dos sabemos que no tengo excusa pero déjame decirte que eso no significa que no piense en ti o que te haya olvidado, al contrario.

Déjame contarte todo y así podrás entenderlo...

Quizás venga en los genes eso de independizarse pronto. Al igual que tú, decidí que mi vida iba a dar un giro completo y que viviría la vida como realmente quería. No fue nada fácil por muchos y variadas circunstancias (bueno, esto ya lo sabes) pero déjame decirte que nunca me arrepentí.

En los momentos que sentía flaquear recordaba tus palabras...” Sé fuerte Coral, pase lo que pase sigue siempre hacia adelante “...Créeme cuando te digo que han sido uno de mis pilares todos estos años.

Y así lo hice...Siempre adelante cometí errores, me caí mil veces y mil veces me volví a levantar...Siempre buscando la forma, siempre intentando mejorar después de cada “no” que me encontraba por el camino. GRACIAS MAMÁ POR DECIRME “NO” TANTAS VECES. Por todas esas discusiones en las que me decías “no” por mi bien y yo no lo entendía...Sin duda me preparabas para la vida sin darme cuenta. Ahora no podría valorarlo más.

Durante años pensé que no podríamos ser más diferentes...Pero desde hace algún tiempo pienso que en realidad nos parecemos más de lo que creí... Y es tan simple como que en muchos aspectos de mi vida, TE VEO EN MI...Y no, no me refiero a nuestro pelo castaño o a nuestro perfil...

Me refiero a que te veo en mi en todos los pequeños detalles cotidianos...

En mis paseos por la naturaleza en los que recuerdo todos los que compartimos, todos esos “domingos domingueros” disfrutando del campo, de la playa...Del placer del aire libre y del respeto que le debemos.

En ese instante en el que dejo pasar a una persona mayor por el interior de la acera, cuando recojo un bastón del suelo, cuando sujeto una puerta...En todos esos momentos en los que ayudar al prójimo se presenta, tú también estas ahí...

En mis momentos de soledad y de espiritualidad te siento a mi lado. Siempre me dejaste libertad para creer y pensar libremente, siempre y cuando mantuviese una actitud abierta y respetuosa hacia el resto de personas sin importar su sexo, edad, raza o forma de pensar. Gracias por enseñarme el valor de la tolerancia y de la riqueza de la variedad, pero sobre todo, por enseñarme a conocer a las personas sin prejuicios, entendiendo que cada persona ha tenido una vida distinta a la tuya y no por ello es ni mejor ni peor... Las fachadas siempre existirán pero lo que importa es lo que hay dentro.

Y es así como me enseñaste que no hay personas perfectas, que la vida tampoco lo es, pero que pese a todo, merece la pena vivirla hasta el último suspiro de la manera más intensa, poniendo el corazón en cada paso...Aunque sientas que el corazón se te rompa, aunque todo parezca no tener salida, siempre la hay...Siempre hacia adelante...Siempre fuerte...

Siempre te recordaré como una loba protectora de su cachorra...Luchando con uñas y dientes por mi bienestar, por darme eso que tu no tuviste, por pretender siempre que fuese alguien mejor de lo que tu crees que fuiste.

Siempre luchaste por lo creíste que era lo correcto y ahora yo lo seguiré haciendo por las dos.

Siempre fuiste de esas personas con ideas innovadoras, quizás locas o pioneras para el momento...Te diré que somos dos...Demasiado creativas para estar quietas, demasiado locas para abandonarnos con facilidad a la rutina, demasiado vitales para sentir con cada poro el latido de la vida y de la muerte.

Hasta en la muerte me enseñaste una lección importante...La vida no dura eternamente y al final la gente te recordará de muchas maneras...De la misma forma que en vida la gente puede opinar de las personas. Nada es verdad o mentira, todo es relativo, todo depende de la perspectiva con que se mire.

Así que por eso estoy escribiéndote hoy...

Para decirte que si nunca pude decirte adiós es porque no te fuiste...permaneces en mi.

Por fin he aceptado que no cambiaría nada...Pero eso no significa que no te siga echando de menos.

En días como hoy me gustaría decirte “te quiero” con todo el significado que eso conlleva y darte una vez más las gracias por ser tú y por haberme acompañado en mi camino para ser yo.

Te quiero Mamá, aunque sé que siempre lo supiste.

Un beso de tu hija: Coral.

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