( Entre paréntesis )




Tras el salto de fe, ahí estás, de nuevo con los pies en el suelo.
Avergonzada por haber desnudado al sentir, siempre acostumbrado a estar arropado y silenciar los latidos al abrigo de las palabras, sonríes.

Suave...
Tranquila...


Recorriste los caminos del laberinto sin encontrar esa vía de escape llamada «felicidad» ; en cada paso sólo tropezabas con la «facilidad».

Entendiste que nuestra historia es esa que se dibuja entre sonrisas, ese paréntesis que nos aleja de lo cotidiano, que nos acerca a ese momento breve, como un suspiro, donde nuestro aliento parecía encajar...hasta que se cierra el paréntesis y llega el punto y final.




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